Demencia y contaminación: un binomio peligroso
Para nuestros profesionales de ViveLibre, la prevención y el cuidado de la salud son fundamentales. Eso, unido a los avances de la ciencia y la tecnología hacen que estemos siempre pendientes de la innovación y las investigaciones realizadas en estos campos. Como el estudio publicado recientemente por la revista Neurology. Afirma que el colectivo de mayores y, especialmente las mujeres expuestas a la contaminación son más proclives a desarrollar enfermedades como el Alzhéimer, el Párkinson o demencia. Esto supone un nuevo argumento para trabajar innovando sobre la salud. Además de informar sobre todo aquello que permita tener una calidad de vida mejor para las personas.
Antecedentes sobre contaminación
Ya sabíamos que la polución de nuestras ciudades no produce entornos saludables para las personas. Multitud de enfermedades crónicas respiratorias y cardiovasculares están vinculadas al grado de contaminación acumulado.
Pero lo que no intuíamos es la vinculación que ha encontrado un estudio publicado por la revista estadounidense Jama Neurology en el que asegura que esta contaminación puede provocar distintos tipos de demencia en las personas con más edad. Además, son las mujeres las más expuestas a sufrir enfermedades como la Demencia, el Párkinson o el Alzheimer.
Contaminación para la mente
“Las mujeres mayores que viven en lugares con niveles más altos de contaminación del aire pueden sufrir una mayor reducción del cerebro. Similar al que se observa en la enfermedad de Alzheimer, frente a las mujeres que viven en lugares más limpios”. Así lo recoge la investigación realizada con casi un millar de mujeres con edades comprendidas entre los 70 y 80 años. Todas ellas sin demencia al inicio del estudio.
Los resultados han puesto de manifiesto que respirar altos niveles de contaminación por partículas finas está relacionado con la contracción de las áreas del cerebro. En mayor medida a las vulnerables a la enfermedad de Alzhéimer. Este estudio realizado a lo largo de cinco años demostró que las expuestas a altos índices de contaminación presentaron cambios en el tamaño de su cerebro. Según la autora principal del trabajo de la Universidad de Los Ángeles, Diana Younan, la investigación sugiere que estas toxinas alteran la estructura del cerebro y sus conexiones. Contribuyendo a la progresión hacia la demencia.
Por cada aumento de 3 microgramos/ m3 en los niveles de exposición a la contaminación del aire, había un aumento promedio de 0,03 puntos. Lo que provoca un mayor grado de contracción del cerebro. Durante estos cinco años, esto equivale a un aumento del 24% del riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Luchar contra la contaminación, luchar contra la demencia
Este hallazgo tiene importantes implicaciones para la salud pública, porque además del ya mencionado “encogimiento” del cerebro, también se observa en niveles de polución inferiores a las que la Agencia de Contaminación Ambiental de EEUU considera hoy como valores seguros.
Por eso, además de trabajar e investigar cómo conseguir ciudades más limpias, hay que desarrollar y estimular el cerebro y alimentarlo bien. Pasear por zonas verdes, realizar algo de ejercicio y dar energía a la mente. Esto es básico para preservar la agilidad de nuestro músculo más importante.
Siempre ha sido imprescindible analizar qué se come para preservar nuestra salud, tal y como nuestra experta en nutrición Isabel Bustamante señala. También hay que comer contra todo tipo de enfermedades. Así, según se recoge también en algunas investigaciones derivadas de este estudio, las mujeres mayores que comen más de una o dos porciones a la semana de pescado o mariscos al horno o a la parrilla, pueden consumir suficientes ácidos grasos omega-3 para contrarrestar los efectos de la contaminación del aire en el cerebro.
Comer pescado nunca fue tan buena idea, así que además de disfrutar de su sabor protegeremos al cerebro de la contaminación del aire. Desde ViveLibre seguimos atentos a esta y a todas las investigaciones que puedan ayudarnos a tener una mejor salud y disfrutarla con libertad y autonomía todo el tiempo.