Teleasistencia, clave para la autonomía de las personas
La teleasistencia es un servicio valioso que, a pesar de su tiempo en el mercado, aún genera preguntas y dudas para muchas personas. Hoy en día, la teleasistencia es fundamental para ofrecer seguridad, apoyo y tranquilidad a las personas mayores y a sus familiares. En consecuencia, es por estas razones que a medida que la tecnología avanza, estos servicios continúan adaptándose para satisfacer mejor las necesidades individuales y mejorar la calidad de vida de quienes lo utilizan.
La teleasistencia avanzada, por su parte, implica el uso de tecnologías más sofisticadas y avanzadas para mejorar la calidad y la eficiencia de estos servicios. Y de esta forma, ViveLibre busca proporcionar una atención más eficiente, personalizada y adaptada a las necesidades específicas de cada individuo.
Al incorporar tecnologías avanzadas, obtenemos datos más precisos, lo que facilita la toma de decisiones informadas por parte de los profesionales de la salud. Además, la teleasistencia avanzada puede mejorar la autonomía y la calidad de vida de las personas que reciben estos servicios.
Ofrece un abanico de atención integral que abarca desde urgencias vitales hasta facilitar la comunicación y controlar la seguridad de las personas. Sin embargo, no solo se limita a responder ante emergencias médicas, sino que se expande para ofrecer una atención integral y personalizada que garantiza la seguridad, la comunicación, el control y el bienestar de los usuarios en diferentes aspectos de su vida diaria.
El indispensable recurso de la teleasistencia
La teleasistencia se integra como un Servicio Social contemplado en la Ley 39/2006 de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia. Este servicio, dentro de la Red de Servicios Sociales de las Comunidades Autónomas, ofrece asistencia inmediata a través de tecnologías para emergencias, soledad o inseguridad, y está destinado a quienes no reciben atención residencial.
En España, la teleasistencia atiende a más de 931.000 personas mayores, mayormente mujeres y de 80 años en adelante, como revela el Informe del IMSERSO. No obstante, la ley establece que los servicios privados para personas dependientes deben contar con acreditación de la Comunidad Autónoma correspondiente.
Este recurso fundamental centrado en el usuario, proporciona comunicación directa y seguridad con profesionales, evitando la soledad y promoviendo la autonomía. Es un servicio adaptable a diversas necesidades, no solo para personas mayores o dependientes leves, sino para cualquiera que requiera apoyo en su autonomía.
¿Cómo funciona la teleasistencia?
La teleasistencia es un servicio que brinda atención y asistencia a distancia a las personas, especialmente a adultos mayores o personas con discapacidad, a través de dispositivos electrónicos. Entre estos dispositivos, se pueden incluir pulseras, colgantes, botones o sensores conectados a un centro de atención.
El avance tecnológico ha permitido que tanto personas dependientes como aquellas que no lo son dispongan de sistemas de asistencia más fiables, accesibles y seguros. Entonces, en caso de emergencia o necesidad, el usuario tiene la posibilidad de activar un dispositivo que envía una señal al centro de control. Allí, un operador especializado recibe la alerta y se comunica con la persona para evaluar la situación. Dependiendo de la emergencia, pueden contactar a familiares, servicios médicos de emergencia o enviar ayuda al domicilio.
Además, el servicio de teleasistencia es beneficioso para personas mayores que desean mantener su independencia pero requieren un respaldo en caso de emergencia. Incluso, algunas personas pueden tener una red de apoyo social sólida, pero no requieren o desean asistencia presencial las 24 horas del día.
Por otro lado, hay personas mayores que carecen de apoyo formal o informal, lo que los expone al riesgo de aislamiento. La teleasistencia ofrece a estas personas la oportunidad de sentirse independientes, sabiendo que recibirán atención inmediata en caso de emergencia o necesidad. Funciona como un respaldo para aquellos que desean mantener su autonomía, lo que también contribuye significativamente a mejorar su calidad de vida y bienestar.
¿Qué tipos de teleasistencia existen?
La teleasistencia ofrece una amplia gama de servicios, diferenciados por su sistema de activación, respuesta y asistencia. Existen varios tipos de teleasistencia, desde dispositivos simples de botón de emergencia hasta sistemas más complejos que monitorean la salud y realizan seguimientos específicos. También es importante tener en cuenta que la elección del tipo de teleasistencia depende de las necesidades individuales. De hecho, algunos servicios pueden incluir monitoreo médico, dispositivos portátiles, sensores de movimiento o detección de caídas, entre otros.
Su funcionamiento se diversifica en tres aspectos fundamentales:
- Modalidades según el accionamiento: La teleasistencia se distingue por tres tipos de sistemas:
Sistemas activos: Utilizan un botón rojo para emergencias, ya sea desde el domicilio o de manera móvil.
Sistemas pasivos: Detectan inactividad del usuario mediante sensores, activando la alarma.
Sistemas semiactivos: Realizan seguimiento mediante llamadas de control y alertas del botón.
- Variantes según la respuesta ofrecida:
Sin unidad móvil: La atención proviene del Centro de Atención, movilizando recursos necesarios, incluyendo familiares y servicios de emergencia.
Con unidad móvil: Incluye una unidad móvil con acceso a la vivienda del usuario para asistencia inmediata.
- Tipos de asistencia integrados en el servicio:
La teleasistencia ofrece un abanico de atención integral que abarca desde urgencias vitales hasta facilitar la comunicación y controlar la seguridad:
Urgencias vitales: Atención inmediata ante emergencias críticas.
Situaciones no críticas: Soporte emocional o solicitudes de información.
Facilidades de mensajería: Canales de comunicación con usuarios y familiares.
Automatización y control: Dispositivos de monitorización como la geolocalización.
Seguridad técnica: Detectores de incendios o gas para emergencias domésticas.
Telemedicina: Consultas médicas telefónicas y seguimiento de salud.
Otros servicios: Recordatorios de citas médicas, administración de medicamentos y organización de actividades.
Por lo tanto, resulta fundamental determinar qué tipo de teleasistencia se adapta mejor a las necesidades de cada persona, para ello es recomendable realizar una evaluación de las necesidades individuales, como mencionamos anteriormente. No obstante, buscar asesoramiento en centros de atención a personas mayores, servicios sociales o incluso consultar a profesionales de la salud, es lo más adecuado.