Tecnología para medir el envejecimiento
El desarrollo de dispositivos inteligentes se está disparando. Este es el caso de un reloj biológico cuya tecnología basada en biomarcadores relacionados con la inmunidad consigue identificar patrones de envejecimiento y el riesgo de enfermedades inflamatorias crónicas que puede sufrir un ser humano. Además, este futurista reloj evalúa al mismo tiempo el bienestar del sistema inmunitario.
¿Por qué envejecemos?
Los seres vivos experimentan una serie de cambios morfológicos y fisiológicos provocados por la acción del tiempo. Este conjunto de modificaciones es lo que se conoce como envejecimiento.
Existen varias teorías a cerca de la vejez. Una de las más conocidas es la que plantea que las células se van estropeando, produciendo un desgaste de órganos y tejidos. Pero también intervienen otros factores como el estilo de vida, la alimentación, la actividad, la cantidad de fármacos que se han consumido, enfermedades padecidas, y un amplio etcétera.
Aunque los caracteres externos del envejecimiento varían dependiendo de los genes, y de una persona a otra, se pueden citar algunas características generales del envejecimiento humano:
- Alteración del sueño.
- Pérdida de la agilidad y capacidad de reacción refleja.
- Degeneración de estructuras osteoarticulares.
- Aparición de trastornos cognitivos.
- Pérdida de la tonicidad muscular.
- Pérdida progresiva de la fuerza muscular y de la vitalidad.
- Aumento de la presión arterial.
- Disminución de las respuestas inmunitarias.
- Disminución del colágeno de la piel, aparición de arrugas y flacidez.
- Pérdida progresiva de los sentidos del gusto, la audición y la visión.
Todos no envejecemos igual
Nuestra esperanza de vida ha aumentado significativamente en los últimos años. Pero, sin lugar a dudas, todos no envejecemos igual. Y es que, una cosa es nuestra edad cronológica y otra la que tiene nuestro cuerpo, nuestra edad biológica.
La edad biológica es un concepto relacionado con el estado funcional del cuerpo. En este influyen el estado de las células, de los tejidos, de los órganos y de todos los sistemas que lo componen.
La Facultad de Medicina de Stanford y el Instituto Buck de Investigación sobre el envejecimiento han trabajado en un nuevo estudio del cual se extrae el iAge, una excelente herramienta para medir la edad de cada persona y el grado de envejecimiento según su sistema inmunitario. Esta nueva técnica se basa en la cuantificación de los niveles de inflamación de los tejidos, que aumentan a medida que pasan los años, de esta forma el reloj desarrollaría la relación que existe entre inflamación y respuesta inmunitaria. Con estos datos un algoritmo puede predecir la aparición de enfermedades.
Inflamación y envejecimiento
Si hablamos de inflamación tendemos a asociarla con pasajes de dolor y el abultamiento que se produce, pero, en realidad es una respuesta protectora conducida por el sistema inmunitario que los tejidos ejecutan cuando algo no funciona adecuadamente. Un golpe o una infección podrían ser, por ejemplo, una de las causas.
El proceso inflamatorio tiene como propósito eliminar la causa del mal funcionamiento y reparar el daño causado. En ocasiones, sin embargo, perdura más tiempo de lo necesario, con frecuencia por un fallo del sistema inmunitario. Y esto es lo que sucede, por ejemplo, cuando envejecemos: mucho de los tejidos experimentan una inflamación sostenida que, aunque leve, se puede ir incrementando con el tiempo hasta llegar a dificultar el funcionamiento normal de los órganos. El proceso sería más evidente en personas en las que el sistema inmunitario deja de funcionar correctamente. Por esta razón, estas personas envejecerían más rápidamente que el resto.
¿Cómo nació el iAge?
David Furman, del Buck Institute for Research on Aging, en California, uno de los centros de más reconocidos a nivel mundial en la investigación sobre el envejecimiento, reflexionó sobre la inflamación y los trastornos de la edad, y la alternativa para usar esta relación como marcador para medir la edad biológica.
Las muestras de mil voluntarios de entre 80 y 96 años fueron analizadas y obteniendo como resultado una relación de marcadores que tenían en la sangre conexión con la inflamación. De este modo nació iAge, una nueva forma de medir la edad biológica.
Este reloj no solo podría calcular el envejecimiento sino anticipar el riesgo de desarrollar los trastornos más comunes que se relacionan con la edad, como las enfermedades neurodegenerativas y las cardiovasculares.