Salud mental y personas dependientes
La salud mental es una dimensión que atraviesa todo el espectro de enfermedades físicas y situaciones de dependencia. Con esto queremos decir que una persona con una enfermedad cardiaca puede verse afectada por una depresión. Igualmente es el caso de una persona que, por ejemplo, ha sufrido un accidente y ha perdido la capacidad de moverse independientemente.
La Ley define autonomía personal como la “capacidad de controlar, adoptar y tomar por propia iniciativa decisiones personales, así como desarrollar las actividades básicas de la vida diaria”. Del mismo modo, la llamada “dependencia” se califica como el “estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal”.
Atención y cuidado a personas dependientes
La persona dependiente lo es bien por sufrir una enfermedad o suceso incapacitante, o por llegar a la vejez. La dependencia personal es así la incapacidad funcional para el desarrollo de actividades de la vida diaria y por requerir ayuda para su realización.
La atención a las personas en situación de dependencia y la promoción de su autonomía personal constituye uno de los principales retos de la política social de los países desarrollados. El reto no es otro que atender las necesidades de aquellas personas que, por encontrarse en situación de especial vulnerabilidad, requieren apoyos para desarrollar las actividades esenciales de la vida diaria, alcanzar una mayor autonomía y poder ejercer plenamente sus derechos de ciudadanía.
El reconocimiento de los derechos de las personas en situación de dependencia ha sido puesto de relieve por numerosos documentos y decisiones de organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, el Consejo de Europa y la Unión Europea. En 2002, bajo la presidencia española, la Unión Europea decidió tres criterios que debían regir las políticas de dependencia de los Estados miembros: universalidad, alta calidad y sostenibilidad en el tiempo de los sistemas que se implanten.
El impacto en la salud mental de los cuidadores
La dependencia que genera las enfermedades mentales graves y de larga duración son una de las características definitorias de estas patologías. Por otra parte, se puede afirmar que las personas en situación de dependencia son más susceptibles de padecer enfermedades mentales, en particular estado de ansiedad, reacciones de ajuste y trastornos de la afectividad.
En los últimos años el foco se ha puesto en los cuidadores y en el impacto que tiene el cuidar de una persona dependiente en la salud físca y mental de la persona que cuida. Evidentemente es una tarea difícil y exige un gran esfuerzo emocional, y por tanto se ha desarrollado estrategias para valorar el estado del cuidador para prevenir síndrome de burnout.
A continuación, señalamos una serie de preguntas que debe atender el cuidador para tomar conciencia de su propio estado.
1.- Identificación del cuidador y de la persona cuidada
¿A qué tipo de paciente cuida? Grupo patológico (geriátrico, crónico, terminal,…). Diagnóstico principal, escalas de valoración.
2.- Descripción de la función del cuidador y características del cuidado
¿Es el cuidador principal?
¿Tiene además otros enfermos o niños para cuidar?
Función que realiza: compañía, Actividades de la Vida Diaria Básicas e Instrumentales, gestiones, relación con el sistema sanitario…
Tiempo horas/día totales y por funciones.
Recursos de apoyo para realizar las funciones de cuidador: materiales, humanos, comunitarios, sociales, institucionales, ayudas económicas.
3.- Evaluación del impacto en la salud del cuidador por el hecho de cuidar
Impacto en salud física.
Valoración como paciente secundario en los que exista sobrecarga medida con el test Zarit.
Impacto en salud psíquica.
Autopercepción de la situación de cuidador.
Aceptación del papel de cuidador.
Existencia de sobrecarga, Escala Zarit.
Impacto en salud social.
Pérdida de actividad laboral, social con amigos o de otras actividades.
Alteración de la dinámica familiar.
4.- Valoración de conocimientos y prácticas del cuidador
Valoración del nivel de conocimientos y de la capacidad de manejo de los problemas identificados en el paciente primario por parte del cuidador.
El apoyo al cuidador y la detección temprana de problemas que pueden afectar la salud psíquica y emocional de este, permite realizar intervenciones como el time out y periodos de respiro donde la persona dependiente pasa un tiempo fuera dando al cuidador la posibilidad de descansar y reponer energías físicas y psíquicas.
Una mirada al futuro
Dada la evolución demográfica de las sociedades avanzadas, la cuestión de la dependencia y el impacto social, económico y sanitario que ya está teniendo y tendrá en nuestras sociedades hacen de la dependencia y sus implicaciones una cuestión de primer orden y un reto para los políticos y gestores.
El desarrollo de soluciones tecnológicas que permitan dar un apoyo continuo y que aumenten la autonomía de las personas en su propio entorno es sin duda el camino a seguir en la búsqueda de soluciones a la compleja situación derivada del aumento de las dependencias y sus consecuencias sociales, económicas y de incremento de carga en los sistemas sanitarios y de protección social.