Recomendaciones para disfrutar del verano con salud

El buen tiempo invita a estar al aire libre, a moverse y pasear más, a disfrutar de la familia y amigos y hasta viajar. Sin embargo, hay un “pero”, y es que debemos ser prudentes con el calor y la exposición al sol. Las personas más mayores sienten las altas temperaturas de una forma más intensa, y las consecuencias son más serias, por ejemplo, ante un golpe de calor o pérdida de hidratación. Por eso desde aquí, queremos daros unos sencillos consejos para vivir un verano “muy” saludable.

 

El agua, una gran alidada para el verano

 

La pérdida de líquidos es el efecto más inmediato de las altas temperaturas. Para evitarlo es necesario beber de manera más continua que en otras épocas del año, y estar atentos a las necesidades físicas tras hacer determinados esfuerzos de las personas con más edad.

Las personas mayores son especialmente sensibles a deshidratarse al sentir menos sed. Por ello, en los días de altas temperaturas, debemos ofrecerles pequeñas cantidades de líquidos con mayor frecuencia, pero evitando siempre bebidas muy frías. Es importante estimularlos a beber, aun cuando ellos no lo soliciten.

 

Comodidad y menos abrigo ante el calor

 

Todas las recomendaciones expuestas son muy sencillas, pero no por ello menos importantes. Respecto al tipo de ropa que debemos llevar, el algodón y el lino se convierten en tejidos ideales para el verano. Es recomendable utilizar ropa holgada, fresca y a ser posible de colores claros. Cubrirse la cabeza es importante para todas las edades, pero en las personas más frágiles es imprescindible utilizar gorras o sombreros para proteger la cabeza, cara y cuello de la exposición al sol. En cuanto al calzado, que sea confortable, que no provoque rozaduras y que permita que nuestros pies respiren. Además, existen en el mercado distintas plantillas que, no evitarán el cansancio, pero sí nos harán sentir cómodos si andamos mucho.

 

Alimentación para el verano: rico, fresco y ligero

 

Esta estación nos ofrece una gran variedad de frutas y verduras ricas en fibras, antioxidantes y vitaminas, y altamente beneficiosas para refrescarnos y mantenernos hidratados. Su consumo nos permitirá digestiones más ligeras, reduciendo la ingesta de productos ricos en grasas, preservantes, exceso de sal o azúcar.

Además, se deben evitar las comidas abundantes o muy pesadas. Cabe destacar, que la cafeína y el alcohol aumentan la deshidratación y alteran el sistema nervioso.

No está de más incidir en la importancia de la higiene adecuada de los alimentos para evitar posibles procesos gastrointestinales e intoxicaciones y, desde luego, asegurarnos que los mayores comen adecuadamente para que ni se deshidraten ni sufran problemas de desnutrición en estos meses.

 

Altas temperaturas y cuidado de la salud

 

Tras los fríos del invierno, el calor y el sol son muy bien recibidos, y mucho más en la playa o la piscina. El verano nos brinda la oportunidad de practicar actividades muy placenteras como pasear, conocer lugares nuevos, practicar deportes o simplemente salir a caminar por el barrio o sentarnos en una terraza. Es vital insistir sobre la importancia del uso de protectores solares, la piel de las personas mayores es muy sensible -(factor 50 como mínimo-) y también usar gafas con filtro protector de rayos ultravioletas A y B, ya que el sol puede dañar nuestros ojos favoreciendo enfermedades como cataratas o causar quemaduras en los ojos y la piel.

Las temperaturas muy altas, en las personas mayores especialmente, producen cierto grado de letargo afectando reflejos y equilibrio. Lo ideal es evitar las horas de máximo calor y programar las salidas por la mañana temprano, antes del mediodía o a partir de las 18h (o incluso después, si es necesario).

Asimismo, en verano hay que estar especialmente alerta con la tensión porque el calor favorece que baje más de lo habitual. Es aconsejable contar con un tensiómetro en casa ya que así podremos controlarla sin necesidad de salir. Esta recomendación es principalmente aconsejable para todos los mayores que padecen alguna enfermedad relacionada con la tensión o toman medicinas para regularla.

 

Lo que el calor hace a nuestro sueño

 

El excesivo calor puede dificultar conciliar el sueño. Un cambio en nuestras rutinas, como trasnochar, cenas abundantes o largas siestas también pueden modificar nuestras horas de descanso. Las personas mayores que salen de sus rutinas en estos meses experimentarán con mayor intensidad estos cambios. Por ello, es importante compaginar las actividades y salidas con unos periodos de descanso más o menos fijos que contemplen un mínimo de horas de sueño.

Una infusión relajante o una ducha de agua templada y evitar el uso de dispositivos como teléfonos o libros electrónicos siempre nos puede ayudar.

 

Ese gran placer: ¡viajar! (y también volver al hogar)

 

Para que nuestros mayores puedan viajar de forma tranquila y responsable, primero de todo debemos escoger un destino que cuente con los servicios sanitarios necesarios. También debemos prestar atención a la accesibilidad tanto del lugar como de la vivienda.

Es imprescindible llevar la medicación para toda la estancia, así como informes médicos y tratamientos actualizados. No olvidemos llevar cojines cervicales para que en los trayectos se pueda echar una cabezadita y estar más relajados.

Si se decide permanecer en el domicilio habitual se puede aprovechar para hacer o recibir visitas, organizar meriendas, dedicar tiempo a la lectura, las manualidades y cualquier otra afición.

Nuestro hogar debe tener una temperatura interior agradable, con buena ventilación, bien con ventiladores o aire acondicionado procurando que la temperatura esté entre los 24 a 26 grados, evitando un cambio brusco con el exterior. Se aconseja cerrar las ventanas en las horas de más calor y abrirlas cuando refresque.

Y a la hora de volver a casa después de las vacaciones, recordar siempre que el calor no desaparece de la noche a la mañana. Hay que seguir guardando las mismas precauciones hasta que las horas de luz y las temperaturas disminuyan y la aparición del otoño nos recuerde que habrá que esperar unos cuantos meses para volver a disfrutar de esos largos y siempre anhelados días.

Artículos relacionados

ViveLibre y el Ayuntamiento de Adeje celebran una jornada sobre “Ciencia, tecnología y humanismo: innovación social para un mundo complejo”

Discapacidad, Salud, Tecnología

ViveLibre impulsa la autonomía con tecnología avanzada.

Proyectos Institucionales, Salud, Testimonios

Guía para distinguir y tratar la artrosis y la artritis

Discapacidad, Salud
×
This site is registered on wpml.org as a development site. Switch to a production site key to remove this banner.