Medicación: la importancia de una administración correcta
Para mantener un correcto cuidado de nuestra salud es importante llevar una alimentación sana y variada, hacer algo de ejercicio y dormir las horas recomendadas. No hay que olvidar, que también debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para prevenir situaciones que deriven en enfermedad, porque al final, la mayor responsabilidad en preservar nuestra salud está en nosotros mismos. No menos importante es el tema de la medicación.
Cuando enfermamos o si tenemos una patología crónica es muy importante tomarse de forma responsable y rigurosa la medicación que nos prescriban. Y, por supuesto, seguir siempre todas las pautas de nuestro médico en relación a este tema.
Es fundamental tomar la medicación de manera regular para garantizar los mejores resultados posibles y, desde luego, consultar cualquier problema que nos dé, pero nunca automedicarnos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso adecuado de los medicamentos implica que el paciente reciba cada medicamento para la indicación específica, en la dosis correcta, durante el tiempo establecido y al menor coste posible para él y para la sociedad. Sin embargo el 50% de los pacientes los toman de forma incorrecta.
Uso inadecuado de la medicación
Si no administramos la medicación de forma correcta, corremos el riesgo de tener efectos secundarios no deseados, y por supuesto, la pérdida de eficacia del tratamiento, que conllevará que la enfermedad dure más de lo deseado.
Para poder administrar la medicación de forma correcta es importante que el paciente entienda las indicaciones de su médico. Si no lo comprende bien, es importante que pregunte las veces que sea necesario, sin tener miedo de molestar.
Asimismo, para conseguir una mejor adherencia terapéutica es necesario que haya consenso en el plan de tratamiento entre paciente y médico. No sirven de nada las indicaciones del médico, si el paciente sale de la consulta pensando que no va a realizar el tratamiento indicado por determinadas circunstancias o dificultades. Es fundamental que tome parte en las decisiones relacionadas con su salud.
Fallos: ¿por qué incumplimos el tratamiento?
Las causas que provocan que no se cumpla el tratamiento como debería son muchas. Podemos distinguir entre las que son voluntarias y el paciente es plenamente consciente, y las que son de manera involuntaria, aunque igualmente afectan a la eficacia del tratamiento.
Las causas más frecuentes de fallos a la hora de seguir el tratamiento adecuadamente son:
- No seguir el horario recomendado. Mucha gente no le da la importancia que tiene a seguir el horario establecido por el médico, y realiza las tomas en horas que no corresponden.
- No terminar el tratamiento completo. Esto es una de las causas más frecuentes. En el momento en que el paciente empieza a sentirse mejor, interrumpe la toma de medicación, provocando una recaída. Hay que acabar el tratamiento completo aunque te sientas bien.
- De manera totalmente voluntaria, dejar de tomar la medicación para que el cuerpo descanse de medicamentos. Esto suele suceder en tratamientos muy largos. Pensamos que le estamos haciendo un favor al cuerpo, y es todo lo contrario.
- Gran parte de la población tiende a tomar medicamentos que le han ido bien a familiares o amigos. Esto es muy frecuente, pero hay que insistir en que no todos los medicamentos van bien para todas las personas. Cada uno tenemos unas características y patologías diferentes. Lo que a uno le va bien, no tiene por qué valerte a ti.
Entre las causas involuntarias podemos encontrar tres:
Sobre todo, en el caso de las personas mayores, es habitual que se olviden de comentar al médico todos los síntomas que tienen o los medicamentos que ya está tomando. Hay determinados medicamentos que no se pueden tomar junto con otros. Si el médico no es conocedor de esto, el tratamiento no va a funcionar correctamente.
También es frecuente el olvido de alguna de las tomas. Programar una alarma en tu móvil te ayudará a no olvidarte.
Además también es importante conocer que algunos medicamentos no pueden tomarse junto con determinados alimentos. Esto suele ser de manera involuntaria, por desconocimiento. Por eso es importante leer los prospectos de los medicamentos antes de tomarlos.
En resumen, la falta de adherencia tiene como consecuencia un empeoramiento de la calidad de vida del paciente, una falta de control de la enfermedad y una mayor probabilidad de recaídas y agravamientos de la enfermedad.
Por todo ello, pacientes y médicos deben colaborar para asegurar una correcta adherencia al tratamiento. Medicación sí, pero siempre alineada con lo que indiquen los profesionales.