Las claves para llegar a los 100 años con buena salud
Está comprobado que envejecer de manera saludable es posible. En las últimas décadas, la esperanza de vida de las personas ha aumentado exponencialmente, siendo la media mundial superior a 70 años. Sin embargo, esta edad varía según el país, como es el caso de España, en el que existe una esperanza de vida que sobrepasa los 80 años en los hombres, y los 85 años en las mujeres.
De hecho, la longevidad y la salud han sido temas de interés continuo para la investigación científica. Si bien no hay una fórmula definitiva para vivir 100 años con salud, varios estudios han identificado ciertos factores y hábitos que pueden contribuir a una vida más larga y saludable.
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Proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional
La Organización Mundial de la Salud define envejecimiento saludable como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. La capacidad funcional consiste en tener los atributos que permiten a todas las personas ser y hacer lo que para ellas es importante.
Cabe destacar que la Asamblea General de las Naciones Unidas lanzó en diciembre del 2020 la Década del Envejecimiento Saludable 2021-2030 como la principal estrategia para construir una sociedad para todas las edades. Esta iniciativa mundial aúna los esfuerzos de los gobiernos, la sociedad civil, los medios y el sector privado encaminados a mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y sus comunidades.
Es importante tener en cuenta que la genética también desempeña un papel crucial en la longevidad, pero los hábitos de estilo de vida pueden influir significativamente en la calidad y la duración de la vida. Sin embargo, la investigación sobre la longevidad es un campo en constante evolución, y los avances continuos pueden revelar más detalles sobre cómo vivir más tiempo y de manera más saludable.
¿Cómo vivir más tiempo y de manera saludable?
Un reciente estudio publicado en National Library of Medicine que se llevó a cabo durante décadas con 660 personas ha determinado que tener una mentalidad positiva y complementar con una serie de autocuidados es fundamental para alcanzar un envejecimiento saludable.
De hecho, la investigación demostró que quienes tenían una mentalidad positiva sobre el envejecimiento vivían siete años y medio más que quienes tenían una mentalidad negativa. Incluso, la investigación ha descubierto que una actitud positiva hacia el envejecimiento se asocia con una presión arterial más baja, una vida en general más larga y saludable, así como un menor riesgo de padecer demencia.
Otro reciente estudio que acaba de ser publicado en la revista Nutrients en el que se revisaron los factores que afectan a la esperanza de vida y que además, exploraron las opciones de estilo de vida que pueden permitir a algunas personas vivir mucho más allá de un siglo.
Este último estudio, que ha estado a cargo de los investigadores Eduardo J. Simoes y Luis R. Ramos, se enfoca en el resultado de tres consejos para alargar la vida y aumentar las posibilidades de extenderla por encima de los 100 años.
“Los centenarios presentan, en general, una menor carga de morbilidad y tratamiento, y un menor uso de servicios sanitarios tanto primarios como hospitalarios que los octogenarios y nonagenarios, lo que sugiere un mejor estado de salud”, han señalado los autores.
Claves para alcanzar una mayor y saludable longevidad
Como resultado, la ciencia ha revelado una serie de factores y hábitos que pueden tener un impacto significativo en la duración y calidad de nuestras vidas. Desde la nutrición y el ejercicio hasta aspectos emocionales y sociales. Explorar estos factores y hábitos ofrece una visión integral sobre cómo podemos mejorar nuestra salud y bienestar para lograr una vida más larga y satisfactoria.
Dieta saludable: Una alimentación balanceada y rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables puede tener un impacto positivo en la salud a largo plazo.
Actividad física regular: El ejercicio regular no solo fortalece el cuerpo, sino que también puede mejorar la salud cardiovascular, la densidad ósea, la función cerebral y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Mentalidad positiva y manejo del estrés: La gestión adecuada del estrés y mantener una mentalidad optimista pueden tener un efecto significativo en la salud general y en la longevidad.
Relaciones sociales fuertes: Mantener relaciones sociales sólidas y una red de apoyo puede tener beneficios para la salud mental y emocional, así como también impactar positivamente en la longevidad.
Sueño adecuado: Dormir lo suficiente y tener un buen patrón de sueño puede ser crucial para la salud física y mental a largo plazo.
Evitar hábitos perjudiciales: Reducir el consumo de alcohol, no fumar y evitar el uso de drogas ilegales puede contribuir a una vida más larga y saludable.
Acceso a la atención médica: Recibir atención médica preventiva y buscar ayuda cuando sea necesario puede ayudar a abordar problemas de salud antes de que se conviertan en problemas graves.
En resumen, priorizar una dieta equilibrada, alejándose de los alimentos procesados, es fundamental para reducir riesgos de enfermedades cardiacas, cáncer y diabetes. Complementariamente, iniciar una rutina de ejercicio gradual y sostenible mejora la salud interna. Y, por último, cultivar relaciones sociales significativas es clave para retrasar el deterioro, ya que la ausencia de conexiones puede impactar negativamente en la salud mental y física.