El impacto de los sistemas de monitorización en personas con discapacidad o dependencia II

En nuestro primer artículo hemos querido destacar los diferentes tipos de sistemas de monitorización que contribuyen ya hoy a mejorar nuestra autonomía y bienestar, especialmente en las personas con discapacidad o dependencia.

A continuación queremos exponer algunos ejemplos que ilustran el impacto de la tecnología en la vida de las personas para ver qué tendencias existen en la actualidad y por dónde van a seguir evolucionando estos sistemas.

 

Wearables: más y mejor

 

Una publicación canadiense de 2016 analizó la facilidad de uso y la utilidad de los medidores de actividad o wearables, para los adultos entre 52 y 84 años con alguna enfermedad crónica. Antes de su participación, pocos conocían los wearables. A la mayoría le había pedido un médico que hiciera más ejercicio y citó esto como una motivación en las pruebas de los dispositivos. Tras el experimento, ninguno de los participantes se planteó comprar un podómetro, citando como motivo la poca precisión y la pérdida de datos. Mientras que el 73% afirmó que quería comprar un wearable más sofisticado.

Los investigadores concluyeron que, para los adultos mayores con alguna enfermedad crónica, los medidores de actividad son percibidos como útiles y aceptables. Y que los nuevos usuarios pueden necesitar apoyo, tanto para configurar el dispositivo como para aprender a interpretar sus datos.

Por otro lado, la consultora e-Marketer que se dedica a analizar estudios de mercado publicó que existe una importante tendencia de los adultos mayores hacia la adopción de este tipo de dispositivos. Esta “tecnología para vestir”, si bien sigue siendo más utilizada en jóvenes, para los adultos mayores pasó en sólo 4 años de un 6,5% al 22%.

Según las estimaciones de la consultora, aproximadamente 56 millones de personas utilizan wearables al menos una vez al mes. Este porcentaje es posible que crezca hasta el 30% en los próximos años.

 

Últimos estudios de sistemas de monitorización

 

En los últimos estudios de mercado publicados en EE.UU se indica que las pulseras de actividad y relojes inteligentes (63%) son con diferencia los más populares entre los usuarios adultos. Mientras que otros dispositivos más especializados, como monitores de sueño o prendas inteligentes, no alcanzan tasas de adopción significativas.

 

 

 

Con respecto al tipo de datos que se recogen con estos dispositivos de monitorización, otro estudio reciente concluye que las métricas de mayor interés para los usuarios son las relacionadas con la forma física. Destacando sobre todo el número de pasos/día (59%) seguido de las relacionadas con los entrenamientos o el rendimiento deportivo.

 

 

 

En personas con discapacidad o dependencia resulta de gran interés poder monitorizar la actividad del paciente . Si sale a comprar el periódico, si sube o baja escaleras, si camina o si lleva una vida demasiado sedentaria. Y analizar cómo cada una de estas situaciones influye en diversos parámetros.

 

Elementos clave para elegir el dispositivo de monitorización

 

A la hora de elegir un modelo de wearable para personas con discapacidad o dependientes, hay que fijarse en sus características y tener en cuenta algunos detalles importantes.

El principal es que tenga la función de detección de caídas. Se trata de un sistema que detecta el momento en el que el usuario cae al suelo y emite una alarma sonora. Si el usuario no responde a este aviso y confirma que se encuentra bien, automáticamente el dispositivo se pondrá en contacto con el 112, indicando las coordenadas del usuario además de un mensaje pregrabado indicando que ha sufrido un accidente y no responde a las llamadas.

Por otro lado, es importante que tenga sensor de ritmo cardíaco. Este elemento es básico en cualquier reloj inteligente. Por lo que la mayoría de los modelos disponibles en el mercado contará con dicha funcionalidad. Pero algunos ya cuentan además con función ECG que permite realizar un electrocardiograma en tiempo real, lo cual es ideal para prevenir posibles problemas cardíacos como arritmias.

Si lo que nos interesa es la geolocalización, hay cada vez son más dispositivos creados con este fin. Una compañía japonesa (Wish Hills) ha creado unos zapatos, los “GPS Dokodemo Shoes”, para ayudar a localizar a personas mayores si se pierden. Resultan interesantes ya que es frecuente salir a la calle sin reloj, pero difícilmente una persona sale sin calzado.

Algunas pulseras dan información muy básica, pero una vez conectadas a otros dispositivos pueden ampliar notablemente sus capacidades. Por ejemplo, para el control de la respiración, análisis de orina o control de glucemia de manera no invasiva. Este tipo de funciones están ya en desarrollo y es previsible que se vayan incorporando a los wearables en los próximos años.

 

Conclusión

 

En conclusión, el uso de dispositivos de monitorización en personas con discapacidad o dependencia está en pleno desarrollo y crecimiento, a la vez que van desapareciendo las barreras que ofrece esta tecnología a los no iniciados. La incorporación de dispositivos a la vida diaria ofrece incontables posibilidades para prevenir y detectar posibles problemas, así como para mejorar la calidad de vida de estas personas.

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