Avances y descubrimientos sobre el Alzheimer
Hablar de enfermedades neurodegenerativas y mayores es, sin lugar a dudas, hablar del angustioso Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer es la patología neurodegenerativa más frecuente en las personas de mayor edad y, pese a su gravedad y al hecho de ser la causa de demencia más común entre las personas mayores, sigue siendo aún una enfermedad de la que conocemos poco.
Este trastorno cerebral afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias, presentando una afectación a nivel cognitivo, así como una importante dificultad para expresarse. A estos síntomas hay que sumar también la desorientación temporal y espacial que es habitual en los que la padecen.
Síntomas y evolución del Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer suele comenzar de forma lenta. Existe una fase previa preclínica en donde existen fallos a nivel cognitivo que no interfieren en su vida diaria pero el rendimiento de las pruebas neuropsicológicas es normal.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los fallos mnésicos acabarán desembocando en una demencia. Estos fallos también se observan en otras patologías como en casos de envejecimiento normal y en algunos trastornos psiquiátricos como la ansiedad o la depresión. Igualmente se producen patologías neurológicas no degenerativas como la patología cerebrovascular o el traumatismo cerebral, al igual que también puede ocurrir en algunas enfermedades sistémicas.
Con el tiempo, estos síntomas cognitivos propios de la enfermedad de Alzheimer empeoran. Las personas afectas de esta enfermedad tienen dificultad para recordar hechos recientes, se muestran repetitivos, no pueden realizar bien algunas de sus actividades básicas de la vida diaria, como el aseo o el vestido, llegan a no reconocer a sus familiares más cercanos o incluso a tener alteraciones de conducta.
Es fundamental que los pacientes con enfermedad de Alzheimer realicen diariamente una buena estimulación cognitiva. Sirva de ejemplo la realización de sopas de letras, puzles, pasatiempos, juegos de cartas o juegos de mesa. También pueden hacer operaciones matemáticas sencillas, lectura de textos cortos o incluso hacer un resumen de lo que han hecho durante el día. Es verdaderamente importante mantener el cerebro activo y estimulado para frenar el avance de la enfermedad.
Causas del Alzheimer: nuevos avances
El origen de esta enfermedad se encuentra en la acumulación progresiva de proteínas beta-amiloide a nivel cerebral. Sin embargo, hasta el momento no se conocía cómo llegaban esas proteínas a dicho tejido ni por qué se acumulaban.
Según un estudio reciente publicado en la revista “PLOS Biology” basado en modelos de ratón, se ha identificado una posible vía sangre-cerebro por la que los depósitos de proteínas tóxicas o beta-amiloide se filtran hacia el cerebro. Se cree que estas proteínas llegan al cerebro mediante las partículas que transportan la grasa en la sangre. Estas partículas, que se conocen como lipoproteínas, serían las encargadas de transportar el beta-amiloide hasta el cerebro, en donde se acumularía.
Este hallazgo podría suponer una nueva diana terapéutica ya que, si se controlasen los niveles en sangre de lipoproteínas, podría llegar a controlarse la cantidad de beta-amiloide que se transporta para evitar su posterior depósito a nivel cerebral.
La posibilidad de encontrar nuevos tratamientos sería esperanzadora ya que en la actualidad los tratamientos existentes contribuyen a ralentizar en cierta medida el avance de la enfermedad, pero actúan durante un tiempo limitado y en muchas ocasiones no son eficaces.
Otros avances: la importancia del diagnóstico precoz
Otro de los problemas que surgen con la enfermedad de Alzheimer es que en la actualidad no existe ningún método de detección precoz, como sí ocurre, por ejemplo, con algunos tipos de cáncer. En muchas ocasiones, la enfermedad se diagnostica cuando ya existen síntomas evidentes o la enfermedad está algo avanzada.
En los últimos años también se está investigando la posibilidad de poder realizar un diagnóstico precoz mediante el análisis de saliva. Si bien esta técnica está aún en periodo de desarrollo, supondría un avance fundamental para detectar tanto etapas precoces de la enfermedad como a aquellas personas que son más susceptibles de padecerla.
Asimismo, gracias al avance de la inteligencia artificial y al Big Data, se están analizando diversos parámetros, como el patrón de la marcha, el análisis de sueño o la ayuda en el diagnóstico por imagen, que puedan conducir también a una detección precoz de esta enfermedad neurodegenerativa.
Todos estos avances permitirán un diagnóstico temprano que redundará en un tratamiento más precoz y en una mejora en la calidad de vida, tanto del paciente como de sus familiares.