Cómo actuar con las personas con discapacidad visual
¿Cuántas veces has intentado ayudar a una persona ciega en el metro, o cruzando la calle y no has sabido cómo hacerlo?
La reacción instintiva al ver a una persona con discapacidad visual, es ir a ayudarla. Este gesto altruista y con buena intención, no siempre es lo más adecuado, puesto que en algunas ocasiones puede incomodar a la persona ciega.
Es cierto que las personas con ceguera pueden necesitar de nuestra ayuda en determinadas situaciones, pero no siempre. No debemos dar por hecho que ellos solos no pueden. La mayoría de las veces son más independientes y autónomos de lo que nos creemos.
¿Cuándo ayudar?
Algunas situaciones como subir las escaleras, moverse por espacios pequeños o con mucha gente, moverse por el metro, informar del número del autobús que se acerca, son oportunidades para ofrecer nuestra ayuda.
Recuerda que puedes ofrecer tu ayuda, pero podrán aceptarla o no. Si la rechazan, no te lo tomes como un desprecio, simplemente no lo necesitan, y prefieren hacer las cosas por ellos mismos.
Cómo indicar a la persona con discapacidad visual
Si debes guiar a la persona en un tramo de escaleras, deberás informarle si hay que subir o bajar las escaleras. También deberás informarle cuándo los escalones han finalizado.
Si lo que quieres es indicarle dónde hay un asiento libre en el autobús, llévale la mano al respaldo de la silla que está libre, y evita decir “allí hay un sitio”.
Nunca deberemos situarnos detrás, siempre nos colocaremos medio paso por delante de ella y le ofreceremos el brazo. Si pasáis por un lugar con aceras muy estrechas o con obras, díselo para que se sitúe detrás de ti.
Otra de las cosas que debes evitar hacer, es tocarles en exceso. A la mayoría de la gente no suele gustarle que le toquen extraños, a ellos tampoco. En lugar de tocar, puedes ponerte a su altura y ofrecerle ayuda.
Qué lenguaje debes utilizar
Recuerda hablar en un tono normal, despacio y claro. No grites, pues te oyen perfectamente. Lo que sí es importante es que seas preciso con las palabras que utilizas, ya que las indicaciones con lenguaje no verbal, como los gestos, no tienen ningún sentido, por lo que conviene no utilizarlas.
Evita utilizar exclamaciones de alarma como ¡ay! ¡oh! ¡cuidado! Ya que puedes provocarles más angustia ante lo que tienen delante.
Si van acompañados, y quieres entablar conversación, dirígete a él directamente, no a su acompañante. Y si sabes su nombre, utilízalo para sepa que hablas con él. Cuando tengas que irte, despídete de él para que sepa que te vas.
Otra cosa que debes tener en cuenta si la persona con discapacidad visual va acompañada de un perro guía, es no tocar al perro. Los perros guías están trabajando y deben estar concentrados en su trabajo. Si les acaricias o les hablas, les puedes distraer. Esta acción aparentemente sin ninguna repercusión, puede ser muy peligrosa para la persona a la que guían y puedes poner en riesgo su seguridad.
Conclusión
La clave para relacionarte con una persona con discapacidad visual es preguntar siempre antes de ayudar y actuar con naturalidad.