Discapacidad orgánica
Cuando hablamos de una persona con discapacidad, nos referimos, entre otras cosas, a personas que tienen alguna dificultad para desarrollar tareas cotidianas de manera autónoma. Aunque no hay que olvidar que la discapacidad afecta a cada persona de manera diferente y particular. No todas las personas que tienen en mismo tipo de discapacidad lo experimentan o se sienten de la misma forma.
Cuando pensamos en la discapacidad, seguramente lo primero que nos venga a la cabeza sea las denominadas física o la intelectual. Pero no debemos olvidar la discapacidad sensorial, la discapacidad psíquica y la discapacidad orgánica o visceral que, sin lugar a dudas, es una gran desconocida.
Tipología de la discapacidad
La discapacidad física o motora, como su nombre indica, es la que presenta una disminución importante en la capacidad de movimiento. Y es fácilmente reconocible a simple vista.
La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones a nivel cognitivo que les dificulta determinadas tareas como la comunicación, las destrezas sociales, o el cuidado personal. Una gran parte de las personas con discapacidad intelectual tienen autonomía y solo precisan de determinados apoyos para poder llevar una vida normal.
Cuando hablamos de una persona con discapacidad intelectual, muchas veces tendemos, de manera errónea, a asociarlo con el Síndrome de Down. Efectivamente las personas con síndrome de Down tienen discapacidad intelectual, pero hay otras muchas clases de discapacidad intelectual.
En cuanto a la discapacidad sensorial, es aquella en la que la persona tiene afectado alguno de los cinco sentidos. Las más conocidas son la discapacidad auditiva y la discapacidad la visual.
La discapacidad psíquica es aquella que en la que se presentan alteraciones de conducta y comportamiento derivadas de algún trastorno cognitivo permanentes. Puede ser causada por trastornos como depresión mayor, esquizofrenia, trastorno bipolar, entre otros.
Discapacidad orgánica: problemas de invisibilidad
Y por último la discapacidad orgánica, también conocida como discapacidad visceral. Muchas personas no son conocedores de su existencia. En este caso la persona con discapacidad orgánica tiene afectados algunos de sus órganos internos, y esto le genera limitaciones en su vida a nivel laboral, social o personal.
Y esto, a menudo, implica no poder realizar esfuerzos físicos, mantenerse de pie mucho tiempo, tener fatiga y dolor crónico, etc…
La discapacidad orgánica puede afectar distintos sistemas como el cardiovascular, inmunológico, hematológico, respiratorio, digestivo o endocrino.
Este tipo de discapacidad es “invisible”, no tiene síntomas claramente identificables. Muchas veces cuesta que se entienda como discapacidad, y tiende a ser infravalorada. Lo que no se ve, no existe.
A la hora de solicitar determinadas ayudas, o de realizar un diagnóstico adecuado, resulta mucho más difícil “etiquetarlo”. En muchas ocasiones, este tipo de discapacidad no se encuentra ni siquiera en el baremo de valoraciones de discapacidad. Esto supone un verdadero problema para recibir el tratamiento más adecuado o para solicitar algún tipo de ayuda.
Discapacidad orgánica y empleo
Otro hándicap importante al que tienen que enfrentarse las personas con discapacidad orgánica, es la dificultad para mantener un empleo. Para poder acudir a los especialistas y realizar los tratamientos necesarios, tienen que faltar a su puesto de trabajo más de lo que a la empresa le gustaría. Este absentismo termina causando problemas laborales y, en ocasiones, incluso el despido. Asimismo, la falta de trabajo tiene como consecuencia una falta de recursos que en muchas ocasiones dificulta el acceso a tratamientos que son necesarios por no poder asumirlos.
Por eso es fundamental dar visibilidad a la discapacidad orgánica. Para que el conjunto de la sociedad reconozca y entienda que se trata de un tipo de discapacidad que, como todas, tiene sus características y necesidades particulares.
¿Cuántos tipos de discapacidad orgánica existen?
En relación al órgano o sistema afectado podemos encontrar diferentes clases de discapacidad orgánica:
- Afectación del riñón: enfermedades renales.
- Afectación del Hígado: enfermedades hepáticas.
- Afectación del corazón: cardiopatías.
- Afectación de los pulmones: fibrosis quística.
- Afectación del aparato digestivo: enfermedad de Crohn y enfermedades metabólicas.
- Afectación del sistema linfático: linfedema.
- Afectación a la coagulación de la sangre: hemofilia.
- Afectación del sistema inmune: lupus.
- Afectación del sistema nervioso central:
- Cefaleas y migrañas.
- Alzhéimer.
- Párkinson.
- Trastornos del sueño.
- Fibromialgia o síndrome de fatiga crónica.
Con la ayuda de todos, tenemos que ayudar a visibilizar este tipo de discapacidad tan desconocida aún. Porque cuanto más se entienda este tipo de discapacidad, mayor respeto y conocimiento sobre ello habrá por parte del resto de la sociedad. Y, de este modo, conseguirán los mismos derechos que cualquier otra persona que tenga diagnosticada otra discapacidad.